
Fiesta de Reyes


¿Cómo surgió la Fiesta de Reyes en Juana Díaz?










Esta religiosa y folklórica Fiesta de Reyes tiene su punto de partida en el 1883 (es decir, en el siglo XIX), cuando llegó a la Parroquia San Ramón Nonato un sacerdote español y secular llamado Padre Valentín Echevarría.
Este dinámico sacerdote se dio a la tarea de organizar la celebración del Día de Reyes. Lleno de entusiasmo junto a un grupo de jóvenes músicos y toda la feligresía, comenzó los preparativos para esta celebración.
Es así como llega la mañana del 6 de enero de 1884, cuando en la parte oriental del pueblo se organiza un desfile donde, además de los Tres Santos Reyes, se congrega un grupo de jóvenes vistiendo bellos trajes de pastores.
Es así, aunque parezca simple, como hace 99 años Juana Díaz celebró su primer Día de Reyes.
Como podrán ver, esta fiesta tiene casi un siglo de existencia y es única en su clase en todo Puerto Rico. El 6 de enero de 1984 Juana Díaz celebrará la Fiesta de Reyes número 100.


¿En qué consistía esta celebración allá para el año 1884?


La Fiesta de Reyes en sus comienzos consistía, como dije anteriormente, de un desfile de reyes y pastores. Luego los reyes entraban a la Iglesia, oían la misa, acto seguido hacían una ofrenda procediendo a postrarse en tierra y adorar al Niño Dios.
Esto es lo que se conoce en la historia de teatro religioso europeo como un “dumb show”, un tipo de espectáculo de tipo pantomímico. En esto consistía la Fiesta de Reyes hasta 1940.







¿Qué ocurre en 1940?

En el 1940 la Parroquia San Ramón Nonato y San Juan Bautista, como era originalmente, pues tenía dos patrones, pasa a manos de la administración de un párroco de los Padres Mercedarios.
Es así como llega a Juana Díaz el Padre Ramiro García Rey, quien por cierto actualmente es una verdadera institución en la ciudad de Juana Díaz sirviendo a nuestra Parroquia por 40 años.
El Padre Ramiro encuentra esta fiesta en franca decadencia y para darle vigor o vitalidad, este admirable sacerdote incluyó lo que se ha dado en conocer el Diálogo de Reyes, mantenido por tres reyes y dos pastores.
Padre Ramiro trajo el referido diálogo de España, que por cierto es bastante común en Europa.
Este tipo de diálogo es de tipo medieval, probablemente del siglo XII.
Este es muy sencillo, donde se explica el misterio de la encarnación, el misterio de la revelación que es la Epifanía, por eso es que la Iglesia lo celebra como una festividad particular, porque es el primer momento que Cristo se revela, haciéndose manifiesto a los gentiles, ya que Él no había fundado su Iglesia aún.
En este diálogo se explica el simbolismo del ofrecimiento:




a) El oro ofrecido por ser un metal precioso, por ser Rey.

b) El incienso como una resina que se quema únicamente en honor a Dios, y así lo dice el Antiguo Testamento.

c) La mirra que tiene un olor un poco acre, un poco ácido, usado también por los judíos para embalsamar. Este es el símbolo de la muerte y la forma en que fue enterrado Cristo, envuelto en especies.

El diálogo, a pesar de durar escasamente de dos a tres minutos, explica claramente qué es la Epifanía y el significado de los dones ofrecidos al Niño.





¿Qué otras reformas ha tenido esta festividad?

En el año 1952, el conocido músico juanadino Leonardito Santiago escribió La Marcha de los Reyes para que esta música no fuera cambiando debido a que la misma iba de generación en generación sin haber sido escrita y pautada.




¿De dónde proviene la música de la adoración de los Reyes?


Al analizar este tipo de música se ha encontrado que tiene una marcada influencia de la música operística italiana, el uso de la sexta, la sexta menor, el uso de la séptima, la séptima dominante y modulaciones continuas.
También la Marcha de los Reyes, que dice así:
HIMNO OFICIAL
En pos de una estrella
los Reyes presurosos
caminan del Oriente
al portal de Belén,
de Belén.
Venid, venid mortales
y los pastores también.
Adoremos todos
al Dios de Israel.
La misma está escrita en un 6x8 y un 6x8 no es otra cosa que un 3x4 doble y es porque el vals estaba muy de moda en esa época, al igual que la mazurca y la polca.















¿Es cierto que luego del diálogo y el ofrecimiento se acostumbra a tocar el himno nacional de España?

Sí. Cuando llega el momento de la adoración de los Reyes entendemos que el Padre Valentín Echevarría, fundador de la Fiesta de Reyes, sintiéndose quizá orgulloso de su condición de español, pensó que para un Rey, Jesucristo, qué mejor que la Marcha Real Española; es decir, la Marcha de Reyes. Así se ha conservado, pese al cambio de soberanía que ocurrió en 1898.
¿Quién escribió la letra de la adoración y ofrecimiento de los Reyes?
No tenemos el autor, aunque se cree que fue escrita por el poeta juanadino Luis Felipe Dessús, autor de Indiana y de Flores y Balas.
Se parece enormemente al preciosismo de la primera época de Rubén Darío, donde en toda su poesía habla de diamantes, flores, brillantes, una gran sonoridad poética es la renovación de la lírica española.
El tema es medieval, el diálogo es de tipo medieval; de hecho, la música es de siglo XIX, este operístico y la letra tiene una gran resonancia o modo de escribir de los poetas del siglo XIX, contando con Rubén Darío en adelante.







¿Qué ha propiciado el que el pueblo juanadino haya tenido tan dentro de sí esta celebración?



Juana Díaz ha conservado su alma de familiaridad, de pueblo hospitalario, y su crecimiento poblacional no le ha hecho perder su alma. Este ha convertido en el verdadero día de los juanadinos ausentes, esta fiesta nos mantiene unidos con quienes un día formaron parte de la población y quienes hoy viven fuera de la tierra del Poeta Nacional de Puerto Rico y la Sultana del Jacaguas, Juana Díaz.
Esta fiesta nos une y nos identifica.



¿Es cierto que otros pueblos han tratado de celebrar esta fiesta? ¿Cuál ha sido su resultado?

Muchos pueblos han intentado establecer una fiesta similar, pero han resultado un fracaso.
¿Cómo es el vestuario de los pastores?
Iguales a los trajes típicos españoles como los de Estremadura y Aragón.







Oro, Incienso y Mirra
Primeros Regalos de Navidad

Mientras que mucha gente estaría encantada de encontrar un regalo de oro a los pies de su árbol de Navidad, pocos sabrían qué hacer con pequeñas cajitas de incienso y mirra.
Pero hace veinte siglos, cuando los Tres Reyes Magos vinieron a venerar al niño Jesús, oro, incienso y mirra se consideraban como ofrendas adecuadas y honorables.






ORO

El oro es uno de los valores más antiguos y conocidos, incluso desde el Jardín de Edén (Génesis 2:11).
La humanidad ha valorado este metal precioso, a veces un poco en demasía, lo han acumulado, robado y acuñado con él todo tipo de símbolos, desde becerros de oro hasta aros dorados.
El oro nunca fue encontrado en la antigua Israel. El metal dorado de las minas del rey Salomón era cobre, un metal mucho más útil para los antiguos.
En la antigüedad el oro era importantísimo como estándar económico; tenía un valor estable y otros productos podían medirse de acuerdo a él.
Este metal todavía figura prominentemente en la economía mundial y es tema de cada día para los comentaristas financieros de todo el planeta.















INCIENSO

El uso del incienso en la antigüedad. En tiempos bíblicos el incienso y la mirra, como el oro, eran productos suntuarios raros, que eran importados a la Tierra de Israel. El incienso proviene de la resina de un árbol del desierto (Boswellia carteri) que se encuentra en zonas áridas de Arabia, Somalia y la India. Se lo conocía en hebreo como lebonah, y el profeta Isaías menciona su importación:
“La multitud de camellos te cubrirán, los dromedarios de Madián y Efá: todos ellos de Sabá vendrán; traerán oro e incienso, y demostrarán las alabanzas al Señor” (Isaías 60:6).
Los antiguos israelitas asociaban el incienso con las ofrendas puras al Todopoderoso.
Ciertos pasajes del Levítico proporcionan detalles precisos de cómo el incienso fragante debía ser usado.
Por ejemplo:
“Y tomará entonces un puñado de harina y de aceite y todo el incienso, y los sacerdotes quemarán una memoria de ello en el altar, para que sea una ofrenda hecha por fuego de sabor dulce para el Señor” (Lev. 5:11).
La Biblia también prescribe ciertos sacrificios rituales para la expiación de los pecados, pero en estos casos, el incienso es omitido:
“No pondrá sobre el aceite ni ningún incienso, porque es una ofrenda de pecado” (Lev. 5:11).
Por lo tanto, una ofrenda de incienso debe estar asociada sólo con el culto puro del Todopoderoso, y nunca asociada a ninguna iniquidad.



MIRRA

Aunque la mirra era más común en la antigua Israel, todavía era costosa. También se extrae de un árbol (Commiphora myrrha) originario de Arabia, Etiopía y Somalia.
Se usaba para recoger la savia aromática; la mejor mirra provenía sólo de las secreciones naturales de los árboles.
Estas salían de la corteza lentamente, formando primero una pasta liviana perlada, que luego se endurecía y se tornaba roja amarronada. Tiene un aroma dulce, pero su gusto es amargo y puede ser quemada como el incienso.
La mirra también era usada como una especia para hacer el vino barato más agradable al paladar.
Esta mezcla era tradicionalmente ofrecida a convictos antes de la ejecución, para que la muerte les sea menos dolorosa.
Los lectores del Evangelio recordarán que esta bebida le fue ofrecida a Jesús en el Gólgota:
“Y le dieron de beber vino mezclado con mirra, pero no lo recibió” (Marcos 15:23).
Finalmente, la mirra fue usada por los antiguos como un ingrediente de los líquidos para embalsamar.
Es irónico el hecho de que mientras la mirra está contenida entre los primeros regalos que Jesús recibió, como ofrenda de los Reyes Magos, se contaba también entre los últimos.
Después de la crucifixión, el cuerpo de Jesús estaba siendo preparado para la tumba.
Entonces Nicodemo, que había sido previamente advertido de su enseñanza, trajo una mezcla de mirra y áloe, de unas cien libras de peso (Juan 19:39).






